Biografía de Gonzalo Torrente Ballester
Una vida dedicada a la literatura y a la docencia.

Gonzalo Torrente Ballester (GTB) nació un día de San Antonio, el 13 de junio de 1910, en la aldea de Serantes (Ferrol, A Coruña), en casa de sus abuelos maternos. Fue el mayor de tres hermanos; del segundo, Álvaro, lo separaban cuatro años y del tercero, Jaime, once. Su infancia y juventud transcurrieron entre la aldea y la ciudad de Ferrol, donde vivían sus padres. En aquellos tiempos, salvar los escasos tres kilómetros que separan la una de la otra, suponía pasar del casi medievo a la modernidad, y viceversa. Esta dualidad marcó de por vida a GTB, ya que durante las frecuentes y largas ausencias de su padre (marino) quedaba en casa de los abuelos al cuidado de las mujeres: de su madre, Ángela, de su abuela Francisca y de sus muchas tías, quienes llenaron de historias fantásticas sus primeros años. Con su abuelo Eladio, ciego, mantuvo asimismo una relación muy estrecha, un fluido intercambio de información: Eladio le hablaba de política, del cosmos, de los pájaros… y GTB le leía las noticias de la marcha de la Gran Guerra y le describía las ilustraciones que sobre la misma traía la prensa, al tiempo que con alfileres iba marcando en un mapa las evoluciones de los distintos frentes.
En 1926 comenzó a preparar el acceso a la Universidad, e iba temporadas a Santiago de Compostela, en lo que fue el inicio de la vida universitaria y de la determinante influencia de la ciudad jacobea.
Por otra parte, su padre, de nombre también Gonzalo, hombre culto y mundano, lo incitaba a leer y lo llevaba a conciertos y teatros. Tuvo, pues, una infancia en la que la imaginación, creatividad y observación suscitaron su interés por la cultura, sobre todo por la literatura. Gracias a todo ello, al terminar el bachillerato, había ya leído a casi todos los clásicos españoles y a la mayoría de los europeos.
En 1926 GTB comenzó a preparar el acceso a la Universidad, motivo por el cual pasó largas temporadas en Santiago de Compostela, lo que significó un primer contacto con la vida universitaria y el comienzo de la determinante influencia que sobre él ha tenido siempre la ciudad jacobea. Pero su entrada en la Universidad no la haría en Compostela sino en Oviedo, donde se matriculó en Derecho, pues su padre había sido destinado temporalmente a Asturias. Fue allí, en Oviedo, donde tuvo su primer contacto con la vida intelectual: acudía a las tertulias de los cafés; descubrió las Vanguardias y a escritores como Alberti, Lorca, Chesterton o Joyce; y publicó sus primeros artículos en el diario local, El Carbayón. Otro traslado paterno lo llevó a Vigo, de 1928 a 1931, pero viajaba frecuentemente a Madrid para continuar sus estudios. Allí conoció personalmente a Valle-Inclán, en cuya tertulia “veía, oía y callaba”, acudía a las conferencias de Ortega y Gasset e iba al teatro. En 1931, sin sueldo, se incorporó a la redacción del diario anarquista La Tierra, y cuando éste cerró regresó a Galicia.
En 1931 un nuevo destino de su padre llevó a la familia a Bueu (Pontevedra). Debido a la cercanía con Santiago, GTB se matriculó en su Universidad, pero esta vez en la facultad de Filosofía y Letras. En Bueu conoció a su futura mujer, Josefina Malvido, con quien se casó en 1932. Los primeros tiempos del matrimonio fueron complicados, pues el futuro laboral era incierto. Se instalaron en Ferrol, donde, para salir del paso, dio clases particulares en la Academia Rapariz. Continuó con sus estudios, matriculado por libre en Santiago.
En 1934 nació su primogénita, María José y tuvo el primer contacto con la vida política –se afilió al Partido Galleguista–. En 1935 se licenció en Historia en Santiago y nació su segundo hijo, Gonzalo. En 1936, previas oposiciones, ganó una plaza de profesor auxiliar en la Universidad compostelana, debido a lo cual, en 1936, le concedieron una beca para preparar la tesis doctoral en La Sorbona. Llegó a París días antes del 18 de julio.
A causa de la inquietud que le provocaba el estado de guerra en España, tras tan sólo dos meses en París decidió regresar para reunirse con su mujer y sus hijos. Al carecer de documentación en regla debido a la nueva situación del país, por influencia de su padre, Ayudante de Marina, le facilitaron su desembarco en Vigo.
En Ferrol, donde seguía su familia, la situación era peligrosa –fusilamientos, depuraciones, venganzas–. Como su nombre había sido oído como hostil a las nuevas autoridades por su pasado de anarquista y galleguista, un fraile amigo, con intención de que evitara posibles riesgos, le recomendó que se afiliase a Falange –que ya conocía por su reciente amistad con Pedro Laín–, consejo que siguió y que surtió el efecto deseado. Su entrada en Falange lo llevó a Burgos, donde Dionisio Ridruejo, alto cargo ministerial, había reunido a un grupo de intelectuales amigos –Laín, Vivanco, Uría, Rosales, Cunqueiro…–. En 1938 publicó su primera obra de teatro, El viaje del joven Tobías, y en diciembre del mismo año nació su hija María Luisa. En 1939 ganó un concurso nacional de autos sacramentales con El casamiento engañoso, y regresó a la Universidad de Santiago como profesor auxiliar.